Una vieja regadera transformada en una pieza decorativa.
Entre pinceles, óxidos y cuerda de cañamazo, vuelve a tener vida con un aire vintage lleno de encanto.
Porque cuando algo se hace con mimo y cuidando el proceso se obtienen piezas asi de bonitas.
Si a ti también te gusta dar vida a los objetos, pásate por la web y descubre más piezas únicas.


 
No hay comentarios:
Publicar un comentario